DECRETO 237/1992, de 11 de agosto, por el que se establece el currículo de la Educación Primaria para la Comunidad Autónoma del País Vasco.

Sección1 - Disposiciones Normativas
EmisorEducacion, Universidades e Investigacion
Rango de LeyDecreto

DECRETO 237/1992, de 11 de agosto, por el que se establece el currículo de la Educación Primaria para la Comunidad Autónoma del País Vasco.

La Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del

Sistema Educativo establece en su articulo cuarto que corresponde al

Gobierno fijar los aspectos básicos del currículo o enseñanzas mínimas para todo el Estado, siendo competencia de las diferentes

Administraciones Educativas determinar el currículo para sus respectivos ámbitos territoriales. Establece también que, a los efectos de la ley, se debe entender por currículo. el conjunto de objetivos, contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación de cada uno de los niveles, etapas. ciclos, grados y modalidades del sistema educativo que regulan la práctica docente.

Por tanto, una vez establecidas las enseñanzas míni mas correspondientes a la Educación Primaria por el Real Decreto 1006/1991, de 14 de junio; recogidas y estudiadas las sugerencias y propuestas que la comunidad educativa ha realizado en torno a las propuestas curriculares presentadas en los Diseños Curriculares Base y tras el preceptivo informe del Consejo Escolar de Euskadi; en virtud de las competencias educativas que corresponden a la Comunidad

Autónoma procede, mediante el presente Decreto, establecer el currículo de la Educación Primaria.

A los efectos de este Decreto, objetivos, contenidos, métodos pedagógicos y criterios de evaluación constituyen los elementos del currículo. De estos elementos son preceptivos los que se recogen y desarrollan en el Anexo del presente Decreto. Sin embargo, al tratarse de una propuesta curricular abierta y respetuosa con la autonomía pedagógica de los Centros, el citado Anexo no recoge sino una parte del currículo, obligatoria para todos, y en un nivel de concreción todavía muy amplio. Así pues, será cada Centro educativo, cada equipo docente y, en última instancia, cada profesor o profesora quien deberá concretar y cerrar a través de sus proyectos curriculares de etapa, de las programaciones de ciclo o de su propia práctica docente una propuesta curricular que aquí se presenta abierta.

La Administración Educativa plantea una propuesta curricular de carácter abierto, que permita un proceso de concreciones sucesivas en el que adquiere especial relevancia el Centro escolar, unidad básica de la acción educativa. Cada equipo docente deberá elaborar sus propios proyectos curriculares, en los que el currículo general establecido se adecue al contexto del Centro y a las necesidades, capacidades e intereses de su alumnado. Este trabajo de concreción, propio de cada Centro, abarca todos y cada uno de los elementos del currículo: objetivos, contenidos, línea metodológica, criterios de evaluación...

La tarea básica que corresponde al equipo docente consiste en la selección de cada uno de estos elementos, su correcta secuenciación y temporalización, y la adecuada aplicación a su propio contexto social y escolar.

La definición del Proyecto Curricular de Centro ha de ser fruto del análisis permanente que el equipo docente efectúe sobre su propia práctica, y debe recoger los acuerdos del profesorado para hacerla más coherente en cada momento y adaptarla mejor a las características del alumnado y a las demandas de la comunidad educativa.

Finalmente, será cada docente quien, en el marco de estos proyectos, realice la última concreción del currículo escolar al elaborar sus programaciones y en el momento de su puesta en práctica y evaluación.

Así pues, se trata de una propuesta curricular que pretende posibilitar y promover la autonomía pedagógica y organizativa de los

Centros, el trabajo en equipo del profesorado y su actividad reflexiva e investigadora a partir de su propia práctica docente.

La escuela constituye en nuestra sociedad el marco fundamental en el cual se trabajan los contenidos culturales de un modo planificado y sistemático. De ahí la necesidad de determinar unas enseñanzas comunes para el conjunto de la población. Enseñanzas que aseguren una educación no discriminatoria, compensadora de desigualdades, respetuosa con la diversidad, y que no se limiten al campo de los conocimientos sino que abarquen el complejo mundo de las normas, acti tudes y valores que configuran nuestra cultura. Desde esta perspectiva es preciso destacar el papel fundamental que-adquieren las llamadas líneas transversales al currículo.

Sin embargo, la escuela no constituye el único instrumento de culturización. Familia, escuela y el resto de agentes educativos deben plantear su actuación de forma coordinada y complementaria, buscando la colaboración y la coherencia entre sus intervenciones.

La escuela es un espacio importante de acercamiento a las características del entorno cultural más próximo a los alumnos. El conocimiento y valoración de sus elementos básicos favorecerán el sentimiento de pertenencia crítica a una colectividad y facilitarán el inicio de una participación más consciente en la sociedad que les rodea. Por otro lado, nuestra sociedad se ha definido a sí misma como una sociedad bilingüe. Consecuentemente, la configuración de un espacio escolar de intervención bilingüe es una de las características claves de nuestro sistema educativo, y la creciente necesidad de dominar otras lenguas de nuestro entorno un nuevo reto que exigirá el esfuerzo de todos.

En una escuela, en la que tengan cabida todos y todas, la diversidad se convierte en característica fundamental que abarca a todos los ámbitos: capacidades, motivaciones, intereses. Un currículo abierto debe ser uno de los instrumentos más valiosos para responder adecuadamente a esa diversidad. Se trata de encontrar las respuestas educativas más adecuadas a las necesidades de los alumnos -incluidos los alumnos con necesidades educativas especiales siempre en el ámbito menos restrictivo posible y en colaboración con sus familias y con los servicios zonales de apoyo.

La Educación Primaria se extiende de los 6 a los 12 años y constituye una etapa fundamental de la educación obligatoria. Pretende favorecer por medio de la intervención educativa sistemática el desarrollo integral de los alumnos y alumnas de estas edades, abarcando, por tanto, su dimensión física, afectiva, social e intelectual y ayudándoles a construir una imagen positiva de sí mismos, una representación adecuada de sus propias posibilidades a través de los conocimientos y la experiencia adquiridos mediante actividades diversificadas y adecuadas a su edad. Como etapa de la educación obligatoria, busca a través de los aprendizajes escolares ese desarrollo integral que permita a...

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